Les pido un minuto de silencio, mi corazón ha muerto.
Soló y desamparado murió mi corazón, sin nadie que le diera aliento para seguir.
Pero, dos grandes mujeres me alientan a seguir: Bárbara y María José.
Gracias grandes mujeres que me sacan de las mas profundas tristezas.
domingo, 16 de mayo de 2010
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